Continuando con el capital privado, en este post voy a hablar de los intereses y condiciones de los préstamos de capital privado.
Como en los préstamos bancarios, los intereses dependen del riesgo de la operación: a más riesgo (entendido como mayor posibilidad de no recuperar lo prestado) más interés. Para evaluar el riesgo en el capital privado se tienen en cuenta tres variables:
La situación financiera y patrimonial del prestatario.
La coherencia en el planteamiento del plan de devolución.
La garantía
Respecto a la situación financiera y patrimonial de la persona que pide el préstamo, tenemos que partir de la obviedad de que, a pesar de que pueda ser buena en algunas ocasiones, existen razones por las que un banco ya no le presta (impagos, mucho endeudamiento…), por tanto está claro que hay más riesgo, más del admitido por un banco, a la hora de concederle financiación, y por esto mismo, acude al capital privado. Por tanto, el interés del que parte un inversor o un gestor para poder prestar su dinero, será necesariamente de partida más elevado que el que ofrece un banco… Después, evaluando la situación en particular, y siempre a partir de un 10% de interés, se fijará más o menos interés.
En cuanto a la coherencia en el planteamiento del plan de devolución, ya he hablado en el anterior post, de que el capital privado (serio) funciona como una entidad de crédito privada y por tanto, el prestatario ha de presentar un plan de devolución coherente para devolver lo prestado. Cuanto más coherente y documentado esté, más confianza o dicho de otra forma, menos riesgo percibido y por tanto menor interés. Está claro que el negocio del capital privado está en la rentabilidad del dinero prestado y después, y en caso necesario, en la venta de la garantía.
Por último, respecto a la garantía, cuanto más fácilmente realizable (esto es: que, en caso necesario, pueda venderse a un precio que permita recuperar lo prestado más los intereses en un razonable espacio de tiempo) menor riesgo y por tanto menos tipo de interés. Por ejemplo, no es lo mismo una nave en un polígono industrial con poca actividad, que un piso o un local en una ciudad como Madrid, Bilbao o Barcelona.. Si este último se pone como garantía, el interés será más bajo porque el riesgo de recuperar lo prestado es menor porque se venderá, en caso necesario, con mucha más facilidad.
En todo caso, y dependiendo de lo anterior, los intereses de los préstamos de capital privado hoy en día suelen oscilar entre el 10% y el 15% de interés anual.
En cuanto a las condiciones se pueden pactar pagos mensuales, trimestrales, semestrales o incluso anuales, de manera que no hay que pagar hasta pasado un año. A veces, esta última opción es interesante cuando se necesita el dinero ya y no se quiere “malvender” una propiedad, entonces se pide un préstamo de capital privado y, en un año, se vende la propiedad a un precio en mercado, cancelando con la venta el préstamo de capital privado. Por supuesto, se puede pactar la cancelación anticipada por si se consigue vender antes…
¿Qué tipo de propiedades pueden garantizar los préstamos privados?
Normalmente propiedades como pisos, casas, locales e incluso hoteles o naves industriales. Los inversores privados y los fondos de inversión prefieren las operaciones que tienen como garantía pisos y locales céntricos, casas bien situadas y en buen estado, (si se encuentran para reformar es posible que en el importe prestado, se tenga en cuenta una posible reforma), en ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao. Además, determinados terrenos, también en lugares clave como Madrid, o zonas turísticas costeras y siempre susceptibles de construir, vuelven a ser una opción como garantía para los préstamos de capital privado.
Gastos para la concesión del préstamo
Los préstamos de capital privado tienen gastos de notaria, impuestos de actos jurídicos documentados, inscripción en el registro, la tasación de la propiedad y los honorarios de la financiera o intermediario que los tramite.
Estos gastos se pueden abonar en el momento de la firma y también se pueden incluir en el préstamo de capital privado, de esta forma se convierte en una operación sin gastos iniciales, con la excepción de la tasación oficial que hay que realizar (sí o sí) y por tanto hay que abonar antes de realizar la operación.
Y respecto a los honorarios por intermediación, terminamos como empezamos, intermediarios y financieras en el capital privado haber, hay de todo, quienes pretenden retirarse y no trabajar más después de la comisión que cobran por conseguirte la financiación y otros, más serios y que cobran entre un 1 y un 10% sobre el total del dinero prestado dependiendo del importe y de la dificultad de la operación…
Se trata siempre, y como en todo, de distinguir el ruido (y los vendedores de humo) de la información de verdad, la que sirve para tomar una decisión de la que no nos arrepintamos durante los años que nos toque devolver la financiación. De confiar en nuestra intuición, experiencia, conocimientos y capacidad para distinguir a las personas, sean asesores o intermediarios, gestores o trabajadores de bancos, que nos aportan de las que no…, reconociendo en ellos honestidad a la hora de realizar su trabajo.
Y, por último, tener claro que es un buen intermediario el que trabaja con el principio básico y la finalidad fundamental de, en la medida de lo posible, cumplir con las expectativas de todos los que participan en la operación…