Hoy día, con tipos de interés tan bajos que colocar tu dinero en un depósito es igual a nada… y que el precio de la vivienda parece que coge ritmo, vuelve a tener sentido considerar una buena jugada invertir tu dinero en la compra de tu casa… incluso aunque tengas que pedir una gran parte como hipoteca.
En este post voy a intentar exponer en qué contexto y condiciones esto es así y en cuales no…
Antes, cuando comprabas vivienda sabías que más tarde o más temprano el precio por el que habías comprado subiría exponencialmente… por lo que merecía la pena pedir una hipoteca fuese cual fuese tu situación económica, incluso partiendo de capital cero. Antaño los bancos llegaban a financiar el 100% del precio de la casa más gastos, no había que poner un euro… porque al cabo de x años (pocos) todos recuperaban lo invertido… y con ganancias, la situación económica y la subida sin freno del precio de la vivienda trabajaban por todos…
Pero después de la crisis las cosas han cambiado: el precio de la vivienda sube, pero no al ritmo de antaño y la mejora de la situación económica la vivimos con cautela. Por otra parte, haciendo caso a los expertos, si tienes dinero y dados los tipos de interés… meterlo en vivienda sigue siendo la mejor decisión, pero… ¿y cuando no tienes todo el dinero?, y ¿cuándo tienes que pedir gran parte al banco?… dicho de otra forma: ¿a partir de cuánto dinero o en qué condiciones vuelve a ser, incluso una buena jugada, comprar hipotecándose?…
En palabras de nuestro asesor: “cuando dispones del 10% del precio de la casa que quieres más los gastos (10-15% dependiendo de la Comunidad) es muy probable que cumplas con el parámetro imprescindible de que la financiación suponga el 80% del valor de tasación de la vivienda que compras para que te aprueben tu hipoteca”.
Esta afirmación supone dos cosas: una imprescindible que es “biencomprar”: la casa que compras está en su precio, ni hablamos si encuentras un chollo claro… y también hace hincapié en la necesidad de “bientasar”: lo cual no sucede muchas veces… algunos bancos, en ocasiones, se valen de tasadoras que tasan “bajo” para denegar una hipoteca que posteriormente ha resultado aprobada sin problema en otro banco y con otra tasadora…
Dicho esto y volviendo al dinero a aportar no es que al mínimo de aportación ya merezca la pena comprar, es que en presencia de estos parámetros empieza a vislumbrarse que puedes hacer un buen negocio con la compra de tu casa...
Respecto a la cantidad de dinero que puedes aportar a la operación hay que decir que cuánto más sea menos financiación vas a tener que solicitar (lo que supondrá menos intereses y menos gastos a pagar…) y muy importante: el banco valorará positivamente tu capacidad de ahorro y te percibirá como cliente de menos riesgo con lo que dispondrás de más a tu favor para negociar aún mejores condiciones para tu hipoteca…
A partir de aquí comienza la negociación propiamente dicha de tu hipoteca con el banco en lo que son condiciones y vinculación. Pongo un ejemplo real para ilustrar la diferencia que puede suponer firmar una hipoteca con un banco o con otro: hemos llegado a ver como una “mala” hipoteca al 2,75% (mala por infinitamente mejorable dada la situación económica del cliente)se ha negociado en un nuevo banco hasta el 1,35%. Además, al tratarse el cliente de un perfil alto, se han podido adaptar seguros y otras vinculaciones a lo que el cliente quería y necesitaba y no a lo que al banco le convenía para cumplir objetivos y TAE… y que es lo que suele pasar…
Lo que queremos recalcar es que comprar una casa es un proceso de negociación continua, de principio a fin: negocias el precio de la casa que compras, eliges banco y tasadora, y negocias la financiación que solicitas. Esta financiación ha de estar adaptada al máximo en condiciones y vinculación al perfil económico que tienes y que nosotros interpretamos como el valor que tú y tu situación económica y laboral le vais a aportar al banco en todos los años de hipoteca.
Todo este valor que tú aportas tiene que ser correspondido por el banco en condiciones: esta, creemos, es la buena negociación.
No hay fórmulas mágicas, hay observación, análisis y decisiones tomadas en presencia de toda la información posible respecto a todo lo que influye en que comprar tu casa sea definitivamente un buen negocio.
Con los ojos bien abiertos mira lo que hay a tu alrededor y quédate con lo mejor que encuentres, te aseguramos que hay bancos que trabajan también así: cuando encuentran un cliente que les interesa saben que han de ofrecerle algo que también le interese, que le beneficie pero de verdad…