La Tasa Anual Equivalente (TAE) es el tipo de interés que indica lo que te cuesta de verdad un producto financiero. Dicho de otra forma, es lo que pagas en total, por el dinero que te han prestado.

En este artículo te contamos cómo la TAE de las hipotecas fijas y variables tiende a igualarse, es decir: lo que en realidad pagas entre intereses, comisiones y otros gastos es prácticamente lo mismo para las hipotecas fijas que para las variables.

También te contamos cuánto se ha reducido el tipo de interés para las hipotecas fijas y cuándo, según los expertos, debes optar por una hipoteca fija y cuándo por una variable. Buena lectura!

 

El precio TAE de las hipotecas fijas y variables apenas registra diferencias, mientras las primeras siguen ganando terreno a las segundas en el mercado del préstamo inmobiliario. El Euribor continúa en zona de mínimos históricos, cayó al -0,491 en julio de 2021, un -0,007 más con respecto al mes anterior y un -0,212 en tasa interanual. Además, no hay perspectivas de que aumente en el corto plazo, según las previsiones del Banco Central Europeo.

Con este panorama, contratar una hipoteca fija bonificada tiene prácticamente el mismo coste TAE –un 2,37%– que el de una hipoteca bonificada a interés variable, que ahora cuesta un 2,35%. Esta equiparación de precios es relevante porque el indicador de la Tasa Anual Equivalente es de gran utilidad a la hora de comparar y elegir los productos financieros vinculados a la compra de viviendas.

Los datos proporcionados por el Barómetro de ASUFIN –la Asociación de Usuarios Financieros– indican que las hipotecas fijas se han abaratado durante el último año, al contrario que las hipotecas variables. El abaratamiento interanual de las fijas sin vinculación es de -0,28%, ya que pasaron del 3,15% al 2,88% en junio de 2021. Los préstamos fijos bonificados –aquellos que implican una vinculación con la entidad prestataria a través de la contratación de otros productos financieros o servicios bancarios– se han comportado de idéntica manera durante los doce últimos meses, su precio ha pasado del 2,73% al 2,37%.

Esta pujanza del tipo fijo también se confirma a través de los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística. Según el INE, la relación de cuota de mercado es casi de dos tercios del mismo para las variables, un 61% del total, frente al 39% de las fijas.

Así las cosas, los analistas de ASUFIN recomiendan la contratación de tipo fijo si compramos la casa con la intención de convertirla en nuestra residencia habitual. Si el propósito de la inversión es obtener rentabilidad en un plazo de tiempo más corto, la recomendación discurre en sentido contrario, hacia la contratación de tipo variable. Todo ello en un contexto de ensanchamiento del mercado de compra de vivienda, que en los últimos cuatro meses ha registrado un crecimiento continuo y que en junio pasado marcó el máximo de transacciones del último decenio.

Los expertos de Accuracy también coinciden en este diagnóstico y subrayan que en las hipotecas variables el plazo no influirá en las condiciones, porque el diferencial aplicado al Euribor es siempre el mismo, mientras que en las hipotecas fijas el tipo de interés decrece cuanto menor es el plazo de amortización. Si el inversor prefiere estabilidad y no estar sujeto a futuras fluctuaciones al alza del Euribor, su recomendación es contratar hipoteca de tipo fijo. Ahora mismo, están consiguiendo para una hipoteca fija a 30 años y con el 80% de capital de compra un tipo de interés del 1%, con nómina y seguro de hogar como única vinculación. Con idéntico punto de partida en cuanto a plazo de amortización y cuantía del préstamo, las hipotecas variables tienen un tipo de interés de Euribor + 0’85%.